No
vamos a hablar de fútbol, pero si que empezaremos por ahí, me
sirve.
Hoy en
día da gusto ver a los equipos formados a ambos lados del
túnel de salida antes del partido. Se saludan, hablan entre
si, se abrazan, sonríen, cruzan bromas. En ocasiones da la
impresión de que si no estuviese la Televisión en directo se
besarían con pasión. Luego empieza el partido, se dan de
hostias como si fuesen bandas rivales separadas por odios
históricos, se producen entradas y artimañas que no hace
tantos años eran difíciles de ver (y si se veían no era entre
sonrisas y abrazos), si la situación es propicia se pisan la
cabeza, al fin y al cabo cuando acabe el partido volverán a
abrazarse. Ya han encontrado una excusa para comportarse mal
con una buena imagen, el fútbol es un deporte de hombres.
Bien.
¿Bien?.
No,
rotundamente no. Esta manera de entender el fútbol no es más
que un reflejo de la perdida de valores de la sociedad, de la
aceptación de todo vale si la imagen es aceptable y el lema
suena bien. Y para que sea aceptable cualquier cosa sirve.
Vayamos
a ámbitos más serios que el fútbol: ETA dice que ya no quiere
armas, lo dice justo cuando apenas puede levantar el culo de
sus zulos sin que les trinquen. Dice que no quiere matar justo
cuando está tan acosada policialmente que matar es peligroso
para ellos. Pero, mientras se ha llegado a esto, todos los
partidos vascos han estado cubriendo a ETA, haciéndose
cómplice de sus asesinatos, justificándolos en el Parlamento,
disfrazando sus artimañas con discursos pretendidamente
conciliadores. En resumen limpiando su imagen, manchando de
sangre la suya. Todos somos vascos es su lema, debería darles
vergüenza, pero ya tienen su justificación.
En
Cataluña, donde yo vivo, afortunadamente no se ha matado (algo
que nos honra), pero ahora tenemos siete u ocho partidos
políticos que, por sus ideas, se odian, y se despellejarán sin
piedad en cuanto la ocasión sea propicia y mandarán el país a
la mierda. Pero van juntos a por la Independencia, que en el
fondo no es más que una manera de luchar para conseguir tanto
poder como se pueda y tapar sus muchas miserias. Nosotros
también hemos encontrado una justificación, debería darnos
vergüenza, pero lo hemos hecho.
Putin
cubre a Al Asad, justifica sus muchos crímenes. Trump cubre a
no se qué, pero algo cubre. Los chinos cubren a Corea del
Norte, aunque solo sea por la hoz y el martillo, lo mismo que
Bolivia cubre a Venezuela y esta a Cuba y, y, y,, como si un
par de herramientas sobre un fondo rojo justificasen lo
injustificable.
Espero
que los nacionalistas españoles no me feliciten (estoy seguro
de que no lo harán) porqué, para agradecérselo, si lo hacen,
les voy a poner a parir, porque debería darles vergüenza su
comportamiento. Pero ellos también han encontrado su
justificación.
¡Ah!,
¿pero no sabían que el españolismo irrespetuoso también es un
nacionalismo irresponsable?. Oigan, cuanto lo siento. Pero
miren, desde el Generalísimo lo venimos soportando, y si,
actualmente ha cambiado, pero no tanto, notamos poco el
cambio. Si finalmente en Cataluña hay un referéndum yo votaré
por España, pero lo haré llorando.
Y si
los antisistemas creen que estoy de acuerdo con ellos, que se
jodan. Desde ya, que se jodan.
Al
final, por comparación, decido que el fútbol no es tan dañino.
Sexo,
marisco y Rock and
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