Hace
unos días una editora rechazó una novela escrita por mi. Bien,
no es la primera ni será la última, otras muchas han sido
publicadas, además en el manual de uso de un escritor el
rechazo de una novela viene de serie, no es ofensivo. Lo
ofensivo y hasta esperpéntico en este caso es el conjunto del
rechazo.
"La
novela esta bien escrita y fluye, así y todo no la voy a
editar, es machista". Así dice una de las frases de la
editora.
"Es
divertida, no es basta, puedes empatizar con los personajes y
se nota que el autor tiene mucho oficio. Está escrita en
primera persona y es fácil de leer. Al protagonista, un
soltero de mediana edad, lo podríamos tildar de desacomplejado
y cachondo", dice mi agente literaria, también mujer.
Vale,
don visiones distintas, aunque confluyen en la misma idea, la
novela está bien escrita, fluye, es divertida. Es una novela
erótica, y según las mujeres que la han leído, porque yo les
pedí que lo hiciesen y me diesen su opinión, es respetuosa con
las protagonistas, tanto en las escenas de sexo como en las
que no lo son. Repito es una novela erótica, por tanto la
gente folla, no hay un hombre y una mujer que se sienten y
repasen el rosario, por ejemplo el misterio ciento setenta y
dos, el que habla del primo de San José y sus problemas de
estreñimiento. Veamos en que se basa la editora para
rechazarla: A) "Se nota que la ha escrito un hombre". Pues si
señor, es un grave pecado y me declaro culpable, nací hombre y
no me he decidido a operarme ya que por fuera tal vez
pareciese una mujer, pero por dentro seguiría siendo un
hombre, habría malgastado el dinero y la que nunca será mi
editora seguiría triste por lo impresentables que somos los
hombres y lo mucho que se nos
nota.
B) "Parece más bien dirigida a hombres
heterosexuales lectores de novela erótica", sigue diciendo la
editora.
No es cierto, en mi opinión, pero aunque lo
fuese, Dios Santo, "lectores heterosexuales" que horror, por
favor que los encierren, que los lapiden, hasta ahí podríamos
llegar, aceptar a "lectores heterosexuales", si al menos fuesen
homosexuales la querida editora los sentiría más cercanos y los
podría soportar.
C) "Ciertas reflexiones del protagonista y
narrador resultan machistas y generalizadoras sobre los deseos
de las mujeres y en qué basan su realización personal". Pues si,
mujer, si, y es lícito que tu no pienses igual, y hasta es
posible que no sean acertadas, y hasta llegando al colmo de los
colmos te sientas, en tu exagerado celo, abrumada por opiniones
que no son las tuyas. Pero estas reflexiones, nunca machistas
aunque puedan ser sexistas en tu rebuscada interpretación
queridísima editora, son un contrapunto del protagonista, no
todos los personajes van a decir cosas que te hagan feliz,
piensa que sin un Quasimodo no existiría una Esmeralda y Victor
Hugo (que por cierto no era jorobado ni se columpiaba por las
lianas de Notre Dame se hubiese muerto de hambre. Piensa que sin
Claudio y Gertrudis no se hubiese escrito Hamlet (y Shakespeare
nunca asesino a nadie para ser rey de Dinamarca). Piensa que sin
las infidelidades de Madame Bovary, quizás Flaubert no hubiese
pasado a la historia. Que sin Ignatius Reilly, John Kennedy
Toole no hubiese escrito la más divertida de las novelas
modernas (y para escribirla no le hizo falta ser un
impresentable como su personaje, era tan responsable que
rechazado por un montón de editores se suicidó, los mismos
editores que le habían rechazado cuando le dieron el Pulitzer In
Memoriam le reconocían como un genio). Piensa que sin
Raskolnikov ¿para que iba a escribir Crimen y Castigo, el amigo
Dostoiewsky?. Etc. hasta la nausea
Y así y todo, no, mi personaje Lucas no es
Quasimodo, ni Raskolnikov, ni Reilly, en todo lo caso solo lo es
para una visión troglodítica de las relaciones hombres-mujeres y
los respetos debidos desde ambos lados. Lucas solo es un tipo
divertido al que las mujeres aceptan en más de un aspecto, y que
él las acepta en prácticamente todos.
A mi me haría feliz que está novela estuviese
publicada y muchas lectoras/es después de leerla me dijesen si
realmente yo soy machista, o lo es Lucas. Hoy por hoy no va a
poder ser, sin embargo si que está publicada en Amazón la última
de mis novelas "Meuble" que sin ser erótica coincide en más de
un aspecto, es la historia de una mujer y de tres hombre con los
que ella intima, en ella se puede ver lo machista que soy o lo
fundamentalista que es quien me acusa de ello. Quienes la habéis
leído o la leáis no os cortéis, decídmelo.
Y me reafirmo: la ofensa no reside en la no
publicación, eso puede ser un acierto o un error, nada más.