viernes, 13 de enero de 2017

De escritores, editoras, machismo, feminismo y otras hierbas del campo

Hace unos días una editora rechazó una novela escrita por mi. Bien, no es la primera ni será la última, otras muchas han sido publicadas, además en el manual de uso de un escritor el rechazo de una novela viene de serie, no es ofensivo. Lo ofensivo y hasta esperpéntico en este caso es el conjunto del rechazo.

"La novela esta bien escrita y fluye, así y todo no la voy a editar, es machista". Así dice una de las frases de la editora.
"Es divertida,  no es basta, puedes empatizar con los personajes y se nota que el autor tiene mucho oficio. Está escrita en primera persona y es fácil de leer. Al protagonista, un soltero de mediana edad, lo podríamos tildar de desacomplejado y cachondo", dice mi agente literaria, también mujer.

Vale, don visiones distintas, aunque confluyen en la misma idea, la novela está bien escrita, fluye, es divertida. Es una novela erótica, y según las mujeres que la han leído, porque yo les pedí que lo hiciesen y me diesen su opinión, es respetuosa con las protagonistas, tanto en las escenas de sexo como en las que no lo son. Repito es una novela erótica, por tanto la gente folla, no hay un hombre y una mujer que se sienten y repasen el rosario, por ejemplo el misterio ciento setenta y dos, el que habla del primo de San José y sus problemas de estreñimiento. Veamos en que se basa la editora para rechazarla: A) "Se nota que la ha escrito un hombre". Pues si señor, es un grave pecado y me declaro culpable, nací hombre y no me he decidido a operarme ya que por fuera tal vez pareciese una mujer, pero por dentro seguiría siendo un hombre, habría malgastado el dinero y la que nunca será mi editora seguiría triste por lo impresentables que somos los hombres y lo mucho que se nos nota.
B) "Parece más bien dirigida a hombres heterosexuales lectores de novela erótica", sigue diciendo la editora.
No es cierto, en mi opinión, pero aunque lo fuese, Dios Santo, "lectores heterosexuales" que horror, por favor que los encierren, que los lapiden, hasta ahí podríamos llegar, aceptar a "lectores heterosexuales", si al menos fuesen homosexuales la querida editora los sentiría más cercanos y los podría soportar.
C) "Ciertas reflexiones del protagonista y narrador resultan machistas y generalizadoras sobre los deseos de las mujeres y en qué basan su realización personal". Pues si, mujer, si, y es lícito que tu no pienses igual, y hasta es posible que no sean acertadas, y hasta llegando al colmo de los colmos te sientas, en tu exagerado celo, abrumada por opiniones que no son las tuyas. Pero estas reflexiones, nunca machistas aunque puedan ser sexistas en tu rebuscada interpretación queridísima editora, son un contrapunto del protagonista, no todos los personajes van a decir cosas que te hagan feliz, piensa que sin un Quasimodo no existiría una Esmeralda y Victor Hugo (que por cierto no era jorobado ni se columpiaba por las lianas de Notre Dame se hubiese muerto de hambre. Piensa que sin Claudio y Gertrudis no se hubiese escrito Hamlet (y Shakespeare nunca asesino a nadie para ser rey de Dinamarca). Piensa que sin las infidelidades de Madame Bovary, quizás Flaubert no hubiese pasado a la historia. Que sin Ignatius Reilly, John Kennedy Toole no hubiese escrito la más divertida de las novelas modernas (y para escribirla no le hizo falta ser un impresentable como su personaje, era tan responsable que rechazado por un montón de editores se suicidó, los mismos editores que le habían rechazado cuando le dieron el Pulitzer In Memoriam le reconocían como un genio). Piensa que sin Raskolnikov ¿para que iba a escribir Crimen y Castigo, el amigo Dostoiewsky?. Etc. hasta la nausea

Y así y todo, no, mi personaje Lucas no es Quasimodo, ni Raskolnikov, ni Reilly, en todo lo caso solo lo es para una visión troglodítica de las relaciones hombres-mujeres y los respetos debidos desde ambos lados. Lucas solo es un tipo divertido al que las mujeres aceptan en más de un aspecto, y que él las acepta en prácticamente todos.
A mi me haría feliz que está novela estuviese publicada y muchas lectoras/es después de leerla me dijesen si realmente yo soy machista, o lo es Lucas. Hoy por hoy no va a poder ser, sin embargo si que está publicada en Amazón la última de mis novelas "Meuble" que sin ser erótica coincide en más de un aspecto, es la historia de una mujer y de tres hombre con los que ella intima, en ella se puede ver lo machista que soy o lo fundamentalista que es quien me acusa de ello. Quienes la habéis leído o la leáis no os cortéis, decídmelo.

Y me reafirmo: la ofensa no reside en la no publicación, eso puede ser un acierto o un error, nada más.