Estos últimos hechos decidieron a Ginny Mae a ingresar a Stinky en una residencia de animales de compañía ancianos, mientras ella se iba unos días a Miami acompañando a la totalidad del cuerpo de carpinteros de los estudios, quienes le habían prometido un papel en una superproducción, en la que interpretaría a un pastel gigante de fresa.