domingo, 13 de octubre de 2013


SOMERAS AVENTURAS DE UN AMANTE CONCEPTUAL DE CAMERON DIAZ (VII).
La playa era de una belleza estrepitosa.
El estrepito lo provocaban setecientas criaturas que corrían entre los sufridos adultos que trataban de proteger su sandia, recalentada por el sol, de los granos de arena que levantaban los energúmenos de corta estatura, mientras sus padres disimulaban sagazmente la propiedad de las criaturas y cubrían su propia sandia y maldecían a los niños ajenos que aullaban a su alrededor.
Total un horror.
Mariana me tomó de la mano y me sonrió. Encabezamos una comitiva que se dirigió a una formación rocosa en forma de piramide roma con aspecto de que no era aconsejable subrla en chancletas. Empezamos a subirla.
Efectivamente pinchaba.

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